El ferroviario jubilado Andy Uttley rememora un par de anécdotas humorísticas de sus 40 años de trabajo en el ferrocarril. Uno de los peligros más graves en el ferrocarril pueden ser los animales grandes, como el ganado o los ciervos, y es importante localizar a cualquier animal que se haya extraviado en la vía a través de una valla dañada y retirarlo de forma segura lo antes posible. Al principio de su carrera, la proximidad de la vía a un centro de rescate de animales le brindó una oportunidad irresistible para engañar a los nuevos gerentes de operaciones móviles en prácticas. En otra anécdota, Andy recuerda los miedos de trabajar en el turno de noche en las antiguas casetas de señales victorianas.