De niño en Costa Rica, a Samuel le encantaba jugar con sus trenes a escala, pero siempre soñaba con ver un tren de vapor en persona. Sin embargo, sus maquetas le dieron más que alegría: le dieron esperanza durante los momentos difíciles con su salud mental.
Fue ver el canal de YouTube de Talyllyn Railway lo que lo convenció de viajar por todo el mundo para ver su primer tren de vapor. Al llegar al norte de Gales, Samuel se dio cuenta de que había tomado la decisión correcta y de que su pasión por los trenes de vapor fue realmente lo que lo ayudó a superar los momentos más difíciles de su vida.